Una mezcla única de expertos con experiencia en posiciones gerenciales y directivas, además de tener un sólido respaldo como consultores, académicos e investigadores. Hemos sido exitosos implementando procesos que llevan el impulso estratégico de una empresa al nivel individual, de tal manera que es clara la contribución que cada puesto/persona hace a la estrategia organizacional.
Diseñar sistemas que permitan a organizaciones y empleados:
Nuestros clientes alcanzan las metas que se proponen.
Desarrollo de empleados para que adquieran la autonomía y competencias que su puesto requiere.
Modelo de recompensas en base a resultados.
Desarrollo de habilidades de coaching y liderazgo en quienes tienen una posición de supervisión.
Nuestra metodología está basada en décadas de investigación científica y mejores prácticas organizacionales a nivel mundial. Esto ha hecho que seamos exitosos en nuestras implementaciones. La ciencia y mejores prácticas mundiales respaldan nuestra propuesta. A continuación listamos algunas teorías/prácticas en las que está basada nuestra metodología:
El cascadeo de estrategias es la práctica organizacional más implementada a nivel mundial. Sin embargo, muchas de las implementaciones fallan porque los objetivos no son asignados a puestos/personas específicas. Nuestra solución se asegura de que no haya objetivos estratégicos sin responsables. Más aún, incorporamos estos objetivos al proceso de Administración de Resultados, Desempeño y Recompensas. De esta manera aseguramos que se da seguimiento a los objetivos organizaciones estratégicos acordados por la alta dirección.
Estar alineado equivale a hacer las cosas correctas.
La teoría del establecimiento de metas (Locke, 1968) es, por mucho, la teoría de motivación más dominante, confiable, válida y generalizable. Nuestra solución incorpora los resultados y mejores prácticas relacionados con esta teoría para asegurar que los empleados están dispuestos a iniciar, mantener y persistir en su esfuerzo por lograr las metas acordadas con sus supervisores. La evidencia científica es clara al identificar a la motivación como un antecedente de resultados. Estar motivado equivale a querer hacer las cosas.
Inicialmente propuesto por Porter y Lawler (1968) como un antecedente de desempeño bajo el concepto de habilidades, el empoderamiento involucra por un lado tener las competencias (conocimientos, habilidades y capacidades) necesarias para hacer el trabajo y por otro tener la autonomía para ejecutar las acciones que lleven a la consecución de los resultados. Múltiples investigaciones empíricas respaldan al empoderamiento como un antecedente de resultados.
Estar empoderado equivale a poder hacer las cosas.
Entendemos y tratamos de manera diferente los resultados, el desempeño y las actitudes. Todos estos elementos son importantes y forman parte del funcionamiento de cualquier empresa. Como consecuencia, debemos dar a cada uno el trato que se merece. Esta es la base para crear un sistema congruente que ayude a los empleados a entregar lo que la empresa espera de ellos. Resultado es producto, consecuencia, entregable. Desempeño es actividad, acción. Actitud es un estado mental, emocional y creencias que caracterizan a una persona e influencian la forma en que se presenta y desempeña.
La mejor manera de predecir el desempeño de un empleado es a través de la medición de la calidad de la relación que éste tiene con su supervisor (Graen & Canedo, 2022; Gottfredson & Aguinis, 2017; etc.). Un vasto respaldo empírico acredita a Leader-Member Exchange (LMX) como la mejor teoría para entender y desarrollar el liderazgo en las organizaciones. Esta teoría se enfoca en la calidad de la relación jefe-subordinado. Ponemos en práctica los aspectos de LMX que ayudarán a nuestros clientes a mejorar el liderazgo en sus empresas.